| | | |

Por qué hacer una psicoterapia

Porque no siempre podemos seguir manejando solos todo lo que nos ha pasado hasta ahora y lo que nos sigue pasando, y nos sentimos cansados, desmotivados, o sin herramientas para seguir de manera eficaz.

Cuando no conseguimos gestionar nuestro dia a dia de una manera más o menos funcional, cuando nos sentimos mal la mayor parte del tiempo, cuando nuestro cuerpo ya ha comenzado a somatizar y expresar esa carga que seguimos soportando.

Es crucial reconocer y darse cuenta, y poder tomar la decision de dar el paso de pedir esa ayuda profesional que nos va a saber guiar a lo largo del proceso, ese que sólo nos va a llevar a donde necesitamos estar para sentirnos bien de manera estable.

Hay tantas situaciones y sintomatología como personas, y por eso, la psicoterapia que elijas tiene que ser individualizada, diseñada para ti, en función de identidad e historia propias. Y eso es lo que hacemos aquí, desde el primer momento, escuchándote y viéndote, de manera incondicional. Garantizando, porque es mi prioridad, que vas a tener el tipo de tratamiento que tu caso requiere, y compartiendo contigo desde el primer momento una comprensión integral de todos los factores que entran en juego.

Nunca es fácil reconocer que los parches que vamos poniendo ya no nos sirven, y que somos vulnerables, y ahí es donde surgen la valentía y la fuerza, afrontando la inseguridad y el miedo, y haciendo lo necesario para salir vencedores.

Y lo mejor de todo, es que lo haces por ti y para ti. Y si eres de esas personas a las que les cuesta mucho hacer algo por sí mismas, porque creen que no lo merecen, en eso también te podemos ayudar.

Sea lo que sea lo que te haya pasado o te pase, todo es válido aquí, y podemos conseguir juntos que te sientas mucho mejor.

Porque la adolescencia, es ese proceso que nos es fácil para nadie, y que nos sigue poniendo a prueba a todos, padres e hijos. Y porque a veces puede suponer, en base a dinámicas previas, o a factores externos que van apareciendo, mayor conflicto del meramente adaptativo.

Puede que necesitéis orientación y pautas como padres para ayudar a vuestro hijo a que se sienta seguro en ese proceso tan necesario como difícil de llevar a cabo, que es la individuación del sistema de apego, y el avance en su autonomía, desde el desarrollo de esa identidad propia.

O puede que sean ellos los que necesiten ayuda externa, fuera de ese sistema, para poder conseguirlo con mayor seguridad y fuerza, si es que lo están pasando mal por unas u otras razones, de una u otra manera, ya que la sintomatología puede ser tan variada como única.

A veces lo que pasa se confunde, de manera errónea, con «cosas propias de la edad», y desde ahí se descuida y no se trata como sería necesario. Por eso, es importante hacer caso a las señales y saber identificarlas, y la más esencial de todas, es la sensación de que no hay una posibilidad de manejo en lo cotidiano, de que el vínculo se está rompiendo, de que las dinámicas en casa son demasiado complicadas, poco gratificantes, e incluso disfuncionales.

Ayudarles a construir esa identidad propia, puede implicar pedir esa ayuda profesional externa, tanto para vosotros, como para ellos, y os aseguro, que siempre va a resultar eficaz y muy gratificante para todos.

Porque cuidar de ellos es permitir que se puedan empezar a cuidar como ellos necesitan, y a que desarrollen la capacidad para poder hacerlo bien, y de manera segura.

Publicaciones Similares